Alexis se ha quedado sola con su nuevo hijastro mientras su marido está fuera de la ciudad. Poco sabe ella lo que él ha hecho una apuesta con su amigo que él puede tocar sus tetas. Tyler encuentra su oportunidad perfecta cuando ella se acuesta para una siesta. Justo cuando se acerca a su premio, tropieza y se da a conocer. Alexis lleva un antifaz para dormir y cree que es su marido. Está ansiosa por complacer a su hombre, tanto que chupa la enorme polla de Tyler sin ni siquiera quitarse el antifaz. Una vez que se da cuenta de que es más grande de lo normal, comprueba quién es. Ella se sorprende al principio, pero siendo una buena madrastra, se ofrece a seguir chupando su carne de hombre, ¡y luego deja que le folle las tetas!