Tuvimos que hacer una visita al apartamento del soldador, ya que no nos dejó otra opción después de desaparecer. Una morena sexy abrió la puerta. Cuando la vi, sentí que sus grandes tetas atraían mis manos como un imán. El deudor no estaba en casa, así que tuvimos que recuperar su pertenencia más preciada: su sexy novia. Al principio se resistió, pero al final acabó esposada en la sala de interrogatorios. «Tú y tu marido estáis metidos en un buen lío, nena. Tienes que llamarle ahora mismo». – Le dije. Le llamó y le convenció para que se entregara. En cinco minutos, finalmente fue atrapado por la larga mano de la ley. El tipo no sabía qué hacer, dejando a su mujer para limpiar el desastre… Para pagar su deuda, ella estaba dispuesta a darnos el control total de sus grandes tetas, su jugoso coño y su juguetona boca. Está dispuesta a follarnos mientras su maridito se ve obligado a mirarnos desde detrás de los barrotes.